Egipto inaugura su gran museo dedicado a los faraones
Egipto inaugura oficialmente este sábado, tras años de retraso, su Gran Museo dedicado a la civilización faraónica, con el objetivo de impulsar el turismo y reavivar la economía del país, en una grandilocuente y esperada ceremonia en El Cairo.
El recinto, con vistas panorámicas a las pirámides de Guiza y que costó más de 1.000 millones de dólares, fue acordonado a la espera del macroevento que empezará a las 19H30 locales (17H30 GMT) tras veinte años de titánicas obras.
Para la ceremonia se espera la asistencia de unas 80 delegaciones oficiales, entre ellas "40 encabezadas por reyes, príncipes, jefes de Estado o de gobierno", según el Ministerio egipcio de Relaciones Exteriores.
La colosal fachada del Gran Museo Egipcio, de más de 50.000 m2 y que abrirá el martes al público, se ha iluminado durante las últimas noches como preludio del esperado espectáculo.
Las autoridades esperan recibir millones de visitantes al año en este edificio contemporáneo, que alberga alrededor de 100.000 piezas de la antigüedad egipcia, entre ellas algunas nunca antes expuestas.
Entre los principales atractivos destacan las 5.000 piezas del tesoro de Tutankamón, que por primera vez estarán reunidas en un solo lugar desde que el arqueólogo británico Howard Carter lo descubrió en 1922 en una tumba del Valle de los Reyes, en el Alto Egipto.
También, la estatua de granito de 11 metros de altura de Ramsés II, quien reinó durante más de seis décadas hace más de 3.000 años. Los faraones reinaron en Egipto a lo largo de 5.000 años a través de treinta dinastías.
A diferencia del centenario, anticuado y exiguo museo del centro de la capital egipcia, el nuevo recinto ofrecerá galerías inmersivas, iluminación de precisión, exposiciones de realidad virtual e incluso un museo para niños.
Los apasionados de la arqueología podrán seguir, a través de un ventanal, los trabajos del laboratorio de conservación para restaurar una barca solar de 4.500 años de antigüedad, encontrada enterrada cerca de la pirámide de Keops.
- Apuesta por el turismo -
Después de varias postergaciones debidas a la primavera árabe y más tarde la pandemia de covid-19, se fijó el 3 de julio como fecha de apertura.
Pero a última hora, en plenas tensiones en Oriente Medio y para dar al evento "la amplitud mundial que merece", las autoridades prefirieron retrasar de nuevo la fecha.
Los observadores advierten de que su éxito a largo plazo dependerá de un turismo estable y de una infraestructura de apoyo sólida.
El futuro del museo dependerá del "mantenimiento regular para preservar el edificio y sus tesoros", aseguró el arqueólogo egipcio Hussein Bassir
"Si no se mantiene el impulso actual, el museo podría perder rápidamente su atractivo y el número de visitantes podría caer en picado", advirtió a la AFP.
Después de años marcados por la inestabilidad política, varios atentados y la pandemia, el sector turístico, clave para la economía egipcia, apenas se está recuperando.
Elhamy al Zayat, expresidente de la federación egipcia de turismo, declaró a la AFP que el museo forma parte de un plan más amplio para transformar toda la meseta de Guiza.
"Egipto ha creado una zona cultural y turística completamente nueva" en la meseta, con un aeropuerto cercano e instalaciones mejoradas para los visitantes de las pirámides, afirmó.
Las autoridades renovaron las carreteras que conducen a la meseta, introdujeron un sistema de venta de boletos electrónicos y autorizaron la circulación de autobuses con aire acondicionado frente a las pirámides.
Egipto recibió a 15 millones de visitantes extranjeros en los nueve primeros meses del año, un 21% más si se compara con el mismo período del año anterior.
El sector generó 12.500 millones de dólares de ingresos en ese periodo, un 14,7% más, según cifras oficiales.
Los responsables del museo estiman que el recinto podría atraer hasta siete millones de visitantes al año, lo que podría elevar el número total de visitantes del país a 30 millones para 2030.
Pero algunos observadores se muestran cautelosos ante la inestabilidad regional y las presiones económicas que, según ellos, podrían comprometer el potencial del museo para dar un gran impulso al sector turístico egipcio.
I.Altadonna--INP