
Esperanzas y dudas en Moscú ante la cumbre Trump-Putin

En una tienda turística de Moscú las tradicionales muñecas rusas (matrioskas) con los rostros de Vladimir Putin y Donald Trump se alinean una al lado de la otra, con el líder ruso ligeramente más alto que su homólogo estadounidense.
Las expectativas son altas en la capital rusa de que la cumbre del viernes en Alaska acerque a los dos hombres, allanando el camino para poner fin al conflicto con Ucrania, provocado por la ofensiva militar de Moscú en febrero de 2022.
"Creo que se tomarán decisiones positivas. La guerra que está en curso terminará", comenta Boris, inspector de impuestos de 60 años, mientras camina por la famosa calle Arbat.
Tras una serie de llamadas telefónicas, los presidentes se reunirán cara a cara por primera vez desde que Trump regresó a la Casa Blanca, en una cumbre para ver si se puede alcanzar un acuerdo que ponga fin a los combates.
Los nervios están a flor de piel en Ucrania —que no fue invitada— y en todo Europa, por temor a que Trump perjudique a Kiev y ofrezca a Putin un acuerdo favorable.
El líder ruso ya rechazó múltiples llamados a un alto el fuego, incluso directamente de Trump, y planteó una serie de exigencias territoriales drásticas a Ucrania si quiere que el ejército ruso detenga su avance.
Gennady, jubilado de 85 años, espera que esta vez sea diferente. "Basta de luchar. Es hora de llegar a un acuerdo", subraya.
"El pueblo de América, Ucrania y Rusia son personas pacíficas, y quieren la paz en el mundo", afirma por su parte Irina, maestra de 65 años.
- Posiciones completamente opuestas -
Trump pasó meses intentando negociar el fin de un conflicto que mató a decenas de miles, destruyó gran parte del sur y este de Ucrania y obligó a millones de personas a abandonar sus hogares.
Y no todos en Moscú creen que un avance sea posible.
"Si soy realista, no se espera nada particularmente bueno", detalla Vladimir, de 69 años.
"Lo único que esta cumbre podría lograr es que, en algún momento, encuentren alguna manera de detener algunos de los combates. Tal vez en el aire o en el mar", añade.
"Pero no será el fin a las hostilidades. Las dos partes tienen posiciones completamente opuestas", agrega.
Putin también señaló repetidamente la gran distancia entre las posiciones de Rusia y Ucrania.
Rusia quiere que Ucrania ceda más territorio, renuncie al respaldo militar occidental y abandone su busca de membresía en la OTAN.
Ucrania afirma que nunca aceptará concesiones territoriales y exige garantías de seguridad respaldadas por Occidente y tropas sobre el terreno para hacer cumplir cualquier alto el fuego, demandas que el Kremlin ya rechazó.
En medio de la incertidumbre, incluso quienes venden las matrioskas medían sus apuestas.
"Tal vez la próxima semana tengamos una con Putin y Trump juntos", lanza una vendedora de una tienda. "Todo depende del resultado de la cumbre", destaca.
F.Ciambrone--INP