
Austria gana en el primer campeonato mundial de conductores de tranvía, celebrado en Viena

Viena acogió este sábado el primer mundial de conductores de tranvía, que ganó el equipo local al imponerse a otras 24 selecciones rivales procedentes de todo el mundo que exhibieron sus dotes con la palanca de manejo.
Frente al ayuntamiento neogótico de la capital austriaca, multitud de espectadores se apiñaron para observar el campeonato, en el que compiten equipos de lugares tan dispares como Rio de Janeiro, Hong Kong y San Diego.
"Hoy celebramos un aniversario muy especial, los 160 años del tranvía en Viena", afirmó Elias Natmessnig, encargado de prensa de Wiener Linien, la empresa pública de transportes vienesa que organiza el evento.
"Para marcar esta ocasión decidimos que deberíamos organizar el campeonato mundial en lugar de [tan solo] el campeonato europeo, y traer equipos de los seis continentes a la ciudad", agregó.
Los choferes se enfrentaron en ocho pruebas para demostrar su habilidad a la hora de manejar con precisión esos pesados vehículos -de 30, 42 o 43 toneladas según el modelo-, frenando y acelerando con suavidad.
Los retos favoritos del público fueron el "tram bowling", donde una bola gigante tiene que derribar bolos hinchables, y el "tram curling", en la que hay que empujar con la máxima precisión un remolque para que se detenga en un punto específico.
De los 25 equipos en liza, muchos espectadores se fijaron en el desempeño del de Budapest, que en 2024 logró su tercera victoria.
Sin embargo, los húngaros no pudieron defender el título, quedando en cuarta posición, mientras que los vieneses se alzaron a lo alto del podio, que completaron Polonia y Noruega.
Ganar en casa dejó al conductor vienés Florijan Isaku "abrumado" y "sin palabras".
"No sé qué decir. Es simplemente genial y Wiener Linien son una familia, y esto simplemente lo demuestra", declaró.
Al evento acudieron espectadores de todo el mundo.
"Leí que Hungría participaría en esta competición, así que pensé que obviamente debía venir y darles mi apoyo", declaró a AFP Richard Gerebenics, un residente de Budapest de 33 años, aficionado a los medios de transporte antiguos.
La húngara Krisztina Schneider, de 36 años, dijo a la AFP que "el curling fue la prueba más difícil" y que no le salió "como hubiera querido".
"Pensaba que mi velocidad sería suficiente, pero al final no lo fue", añadió.
Los miembros del equipo brasileño, los choferes Lisamar Rodrigues da Silva y Rogerio Oliveira do Nascimento Filho, dijeron a AFP que la clave para ganar es la "concentración".
Pero también reconocieron que habían "entrenado mucho en Rio de Janeiro" y confiaban en obtener un buen resultado.
Los organizadores del campeonato, que se transmitió en directo por internet, esperaban una afluencia de unas 50.000 personas de todo el mundo.
El próximo año, el campeonato mundial tendrá lugar en la capital polaca, Varsovia.
M.Costa--INP